miércoles, 7 de abril de 2010

Chicharrón: ¡El desayuno de los Campeones!

No se como les dirán a los problemas pesados en sus tierras respectivas, pero en la mía, en la capital de la montaña, en la tacita de plata o la ciudad de la eterna primavera, mi Medellín del alma, les decimos "Chicharrones" y en Digital ¡Si que se desayuna Chicharrón!.

Los problemas abundan en este tema tan incomprendido por muchos, sea por dinero, propuestas, ajustes, malentendidos o sencillamente porque los clientes piensan que como nos movemos en medios digitales y su principal beneficio es la inmediatez en Digital todo es de "Ya pa´ya", que mala costumbre, y apuesto a que a todos nos ha pasado. Lo peor del caso es que nosotros en nuestro afán por no dejar escapar oportunidades de demostrar resultados, apostarle al medio, facturar, proponer o sacar adelante iniciativas chéveres, hemos seguido el juego y corrido para darles gusto y poder salir, ahí, en ese preciso instante es donde se crea el "chicharrón" del común.

En más de 9 años ya de estar en esta industria Digital si que he sorteado Chicharrones, esquivado toros bravos y hasta hecho el quite a más de uno que venía directico a aterrizar en mi escritorio. A medida que se crece en esta industria "El chicharrón" es más o menos carnudo, no importa si se trabaja en agencia digital, empresa privada, empresa de servicios o medios, el "Chicharrón" siempre existe y llega hasta el responsable de Digital esté donde esté. 

Recuerdo mis inicios de carrera cuando trabajaba para una Agencia Digital muy reconocida llamada "Tribal Colombia" en DDB Medellín. Como ejecutiva de cuenta, el máximo chicharrón era acosar a un diseñador para cumplir el capricho de un cliente para la entrega de algo "de ya pa ya", rogarle al Director Creativo para que metiera el GOL de la solicitud del cliente en el tráfico de la semana, o que se llegara la reunión semanal de facturación y aún los presupuestos sin la firma del cliente; tiempos aquellos.

A medida que las responsabilidades varían y se progresa en esta industria, el tamaño del chicharrón cambia, lo mismo la carne que lleva; en Comfama (Caja de Compensación Familiar de Antioquia) cuando estaba como Analista de Mercadeo y Promoción en la Unidad Virtual,  el máximo chicharrón era realizar a tiempo los envíos de los newsletters para las empresas, armarlos en Dreamweaver y realizar grandes desplazamientos para ir a cada una de las empresas afiliadas (que por cierto quedaban de Polo a polo) a "Evangelizar en el tema digital y los servicios en línea" para que por favor los usaran ayudando así a la inmediatéz y a la solución de inconsistencias; el chicharrón ahí nisiquiera dependía de mi,  sino de las plataformas tecnológicas, de la capacidad del servidor y de la voluntad de los clientes....

Después cuando trabajé en Protección S.A como Analista del Dpto de Entrega de Servicio en la Gerencia de Mercadeo a cargo del Canal Internet,  los chicharrones eran básicamente, cumplir con publicaciones de contenidos en el portal para todas las áreas internas que eran clientes, enviar a la agencia las piezas publicitarias a publicar en el portal, dar prioridades, velar porque todo saliera a tiempo y si algo se caía en el portal prestar el soporte, una labor de más responsabilidad y envergadura. Cuando dentro de Protección entre al Departamento de Diseño y Desarrollo y además de la parte de Comunicación y Publicidad tuve a mi cargo el Diseño y Desarrollo de servicios virtuales en nuestro Sitio, la cosa pasó de Castaño a Oscuro y comence a comer Chicharrón del bueno, porque esa labor implicaba una excelente red de comunicación interna con todos los niveles y en todas las áreas, poner de acuerdo a todos, priorizar y sacar las necesidades internas, de los clientes y de las diferentes gerencias adelante apoyando el nacimiento de productos o impulsando nuevos servicios para que facilitaran la vida de los usuarios además de tener personas a cargo y lo peor es que sólo una realmente dependía de mí, el resto estaban inclusive por encima y me tocaba como se dice coloquialmente "Delegar para arriba" que eso si que es duro.

La mejor experiencia de ese gran chicharrón de Diseño y Desarrollo fue sin duda el contacto con las personas, conocerlas y aprender de ellas, descubrir en Operaciones, Financiero, Riesgo, Contabilidad, Gestión de Tecnología e Ingeniería de Software tanta sapiencia, nutrirme de todos y cada uno y poder orquestar las fuerzas para sacar grandes proyectos adelante.

Las satisfacciones: todas, el lanzamiento de más de 9 servicios nuevos durante mi tiempo de trabajo allí, la implementación de un gran cambio como la ley 052 para la Seguridad de la Información en la organización de la mano de los canales ayudada claro está por el Departamento de Riesgo,  el liderazgo del Proyecto de Rediseño del Sitio Web de Protección en el 2006 que nos hizo merecedores del "Premio Colombia en Línea" otorgado por la CCIT (Cámara Colombiana de Informática y Comunicaciones) por tener el Mejor Sitio Web Gran Empresa fue algo inolvidable, de esas experiencias que no quedan grabadas en la memoria sino tatuadas.

Y los chicharrones actuales desde la Dirección de una Unidad Digital en una gran Central de Medios; ahora si se ponen peludos y carnudos porque cuando estás en la Dirección los problemas no son de pendientes, firmas, envío, salidas de productos, tiempos o presión; aquí los chicharrones son de "Plata", montaje de nuevos proyectos, ambiciosas metas, personas a cargo y no se reducen en el día a día sino que se reproducen.

Sin embargo como titula este "Post", creo fielmente que "El chicharrón es el desayuno de los campeones", y que el aprendizaje de cada labor y problemas nos trae invaluable crecimiento profesional y sobre todo en el personal. 


Chicharrón = Reto 

y el que diga que no, que no se le mida a este negocio porque nuestra senda esta demarcada como el camino de Hansel y Gretel pero no por migas de pan sino a punta de Chicharrón. El Chicharrón motiva, impulsa, enseña y hace que nuestra labor sea en esencia más dinámica y versatil, en digital hace parte del desayuno, almuerzo, algo y comida. 



Ojala no tuviéramos tanto, pero entonces nuestra vida no estaría llena de experiencias para contar y este "post" no existiría. 

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