El poder de la incertidumbre es impensado. "Cuando nada es seguro, todo es posible" dicen, y sí.
Esta frase tiene mucho más poder del que vemos. "Cuando nada es seguro, todo es incierto" y eso nos mata, porque nos han educado de cierta forma para pensar que si no lo controlamos hay un gran chance de que salga mal.
Queremos actuar sobre seguridades, no sobre dudas y eso es una de las cosas que más me ha condicionado a tener poca empatía con los procesos inciertos. Hablo de mi, de mi experiencia, de mis últimos dos años de vida personal y profesional.
Sin embargo en mi carrera de más de 20 años en publicidad, Marketing, digital, transformación digital, manejo de agencia y liderazgo de personas; cada día que pasa me enfrento a entornos más dinámicos, cambiantes y la tecnología ha hecho que las planeaciones sean cada vez más sobre hipótesis y menos sobre certezas.
Digital ha sido el disruptor por excelencia en Marketing y con ello ha arrasado procesos, formas de planeación, manejo de equipos, estilos de liderazgo etc...El AB Testing se ha vuelto parte de mi vida diaria de unos años para acá y no solo hablando de lo profesional sino también de lo personal.
Quiero relatarles 10 aprendizajes que he tenido de vivir en no certeza y de experimentar más en este mundo ágil, cambiante y agreste:
1. El peor enemigo que tenemos es nuestra mente: Muchos de los obstáculos frente a la incertidumbre nos los ponemos nosotros mismos: ¿y que tal si pasa esto?, ¿y donde me diga que no?, ¿y si sale mal?. Mi pepe grillo interior me ha saboteado muchas veces, ante esto lo que he aprendido a hacer es a pensar en el peor escenario posible ante la situación y ver que tan grave sería. Esto me da la "seguridad" y la pongo entre comillas porque nada es cierto... pero me da un poco de alivio para ir adelante.
2. Generalmente las cosas salen mejor de lo pensado: Hay que pensar en positivo. Muchos procesos traen ocultos beneficios no pensados que enriquecen el camino.
3. Todo pasa por algo: hasta los eventos desafortunados nos llevan a conocer conceptos, personas o a vivir momentos que nos hacen más fuertes y empoderados. No hay un suceso del que no saque una ganancia.
4. Agradecer es clave: Desde hace cerca de un año tomé un nuevo hábito, escribir al final del día porqué doy gracias ese día y he descubierto riqueza en mi cotidianidad. Todos los días aprendo algo nuevo de cualquier persona, tengo acceso a cosas que otros no y todo gracias a hacerlo consciente. Evidencio el valor en pequeñas cosas, hago presente lo bueno de mi vida, de las experiencias con las que me cruzo, me siento afortunada.
5. Lo menos planeado es lo mejor: Siempre esperamos a planear con rigurosidad, a ejecutar casi que con cronómetro lo que queremos hacer y aveces el mejor paseo es ver el paisaje en el camino, incluso mejor que el destino al que vamos.
Hace algunos años viendo este video, me parecía imposible pensar que era más importante disfrutar el camino que la meta en sí que se trazaba, pero me he dado cuenta que cuando pensamos sólo en la meta, tenemos ansiedad de futuro, y nos olvidamos de disfrutar el presente. Tal vez este tip ha sido uno de los más valiosos en los últimos 2 años.
6. El arraigo te limita: No había alguien más arraigado que yo, más apegada a todo, se los puedo jurar, me gusta establecerme, echar raíces, afianzarme en donde estoy, soy de esas personas que si me quedaba más de 15 días en un hotel, compraba una planta para sentirme en casa, imaginen eso; en los últimos años he vivido entre Colombia y México, he cambiado mi forma de ver las cosas y me he dado cuenta que cuando te arraigas te quitas posibilidades. He vivido con personas de otros países, me he dado a la tarea de aprender de ellas, de sus costumbres, de sus recetas, tuve una "rommie" italiana que amé, cocina como los dioses, una mejor amiga inglesa que es ejemplo de tenacidad, un amor mexicano con el que comí tacos hasta el cansancio y aprendí las delicias de la gastronomía mexicana. Si no me hubiera dado la posibilidad de andar ligera, de ir y volver nada de eso hubiera pasado.
7. Lo importante siempre está: Y cuando digo lo importante me refiero a la familia, a los amigos que te quieren de verdad, a esos que se filtran en abundancia cuando pasas por procesos de incertidumbre continuos. Así que a atesorar eso que realmente vale la pena; el resto viene y va.
8. El universo conspira a tu favor: Cuando te entregas, cuando aprendes a no querer controlarlo todo que (by the way) es una tarea constante (De un día a la vez este propósito) para poder cumplirlo, todo se suelta y comienza a darse de una manera fluida y natural. Es cierto, pasa, todo es energía, y cuando retienes algo, en tu afán trancas los procesos, los dificultas, los limitas.
9. Primero Dios: Es una linda expresión que usan en México para decir lo que nosotros en Colombia expresamos como: "Que así sea", "Ojalá", "Dios quiera" y aplica perfecto ya que en caminos de incertidumbre lo único cierto es la familia y la fé. No tiene que ser mi Dios, puede ser el que ustedes tengan, decidan, en el que crean; finalmente la fe es acción a pesar de la incertidumbre. Es creer sin ver, algo así como todo este proceso que les he descrito. No hay mejor compañía que ella, no hay mejor soporte que tener fé en que todo pasa por algo, en que las cosas van a estar mejor, en que si se puede lograr, en que cada escalón del camino nos lleva a donde debemos estar.
10. La conexión constante con lo que nos apasiona, aligera las cargas: En momentos de incertidumbre es importante volver a nuestra esencia, a lo que nos gusta, lo que nos mueve en otros aspectos diferentes a lo laboral; así, podemos refugiarnos y conectar con nosotros en momentos de ansiedad. Es mi experiencia, a mi me gusta pintar, hacer manualidades, y cuando me come la ansiedad por dentro conecto con ese tipo de actividades que me aclaran la mente, me ocupan el tiempo y me ayudan a repensar de una manera más calma los temas.
Lo incierto no es negativo, lo incierto abre un mundo de posibilidades: Cuando nada es cierto, todo es posible. ¿Les hace sentido ahora?, así que hoy, en mi camino, bendigo la incertidumbre, aunque aveces no la entienda, me duela, reniegue; pero tengo en mi mente que siempre me lleva a algo mejor.
Un colega me recordaba en estos días que el agradecía los malos tiempos; y se refería a muchas de las vivencias que acabo de compartirles. Difiero un poco, para mi no son malos tiempos; sino momentos inciertos, que no son malos necesariamente; son maestros del camino, astringentes de lo innecesario y formadores infalibles.